La iglesia de San Pedro fue construida en el siglo XVIII, en el mismo lugar de la antigua capilla de San Martín, que, a su vez, ya había sido ocupado por la Misericordia de Amarante. La obra fue encargada por la Hermandad de San Pedro y probablemente fue terminada en 1727, la fecha grabada en la piedra del cierre del arco que forma la ventana y la fachada principal. La fachada barroca del templo destaca por su verticalidad. Se divide en tres plantas: en la planta baja, al centro, se abre un vano de puerta rectangular, coronada por un frontón entrecortado por volutas, rematado por voluminosa y agitada cartela, donde se inscribe una tiara y una cruz pontificia.